Cuando se estrenó en 1977, los mitos no figuraban en la agenda de Hollywood. El mundo andaba preocupado por la recesión económica del petróleo, el conflicto de Vietnam había terminado y nadie sabía qué iba a pasar con la Guerra Fría; mientras Watergate minaba el orgullo estadounidense, las dictaduras militares y los desaparecidos le dolían a Latinoamérica. Fue precisamente en medio de la desilusión, en el seno de lo que algunos llamaban ‘una generación perdida’, que apareció esta película del espacio con espadas láser, máquinas increíbles y cierto misticismo new age.
Aunque Lucas afirme que nunca tuvo propósitos políticos o sociales, Star Wars caló como un cuento de hadas redivivo, como una afirmación de valores tradicionales que sugerían que aunque este mundo estuviera frito, todavía albergaba la esperanza de convertirse en un lugar mejor. La trama de aquella primera entrega era tan antigua como la humanidad, pero el envase en que se presentaba potenció su atractivo y su eficiencia. Star Wars: A new hope tuvo la cualidad de inspirar a una generación –como lo hicieron en su tiempo la Ilíada y la Odisea, el ciclo artúrico o las chansiones-, echando mano del impulso y la esperanza vital que proponen los mitos, esos primeros relatos cargados de los valores más profundos de todo grupo humano.
De la desilusión a la Fuerza
Un mito “es un relato tradicional que refiere la actuación memorable y ejemplar de unos personajes extraordinarios en un tiempo prestigioso y lejano”. Esta definición de García Gual es una de las que más nos gusta, aunque mito sea un término abierto, polivalente, complejo en el uso coloquial y muy discutido, al punto que algunos expertos -es el caso del G.S. Kirk- renuncian de antemano a una definición.
Lo más importante de los mitos es que viven en la memoria colectiva de cada sociedad, que sirven de ejemplo a los hombres y explican la relación de estos con el mundo. En todos los casos, estamos ante pasajes reconocibles, escenas repetidas, imágenes heredadas que al conjugarse brindan un sentido específico. Nos vinculan directamente con un tiempo, una acción y un entorno, aunque se trate de la ficción.
En Star Wars conviven las referencias más sublimes y populares, permeadas de las constantes básicas de la épica y la influencia de leyendas como Jasón el argonauta y El Caballero del Cisne. Su trama se ve atravesada por textos esenciales como la Biblia, por creaciones fantásticas como las de Tolkien y Herbert, sin desatender por lo menos dos clásicos de la literatura de ciencia ficción como Stapleton y Simak. Si de bucear se trata, encontraremos desde referencias judío cristianas y guiños celtas hasta un gran homenaje a El Anillo de los Nibelungos. A continuación, algunos de los más atractivos:
1. La profecía del elegido: Presente en todas las culturas desde antiguo. Star Wars narra el advenimiento de un “elegido” que llegará para equilibrar la Fuerza: Anakin Skywalker.
2. La concepción mística: Shmi Skywalker alumbra a un niño engendrado por la propia Fuerza e igual que la María de los Evangelios, acepta que su destino está lejos de su hijo. Si bien no ocurre ningún episodio de anunciación, la llegada del maestro Qui Gon Jinn sirve para explicar el misterioso nacimiento y su propósito.
3. La seducción del mal: Como el ángel más hermoso que se rebela contra Dios, como Fausto tranza con Mefistófeles, como los nueve reyes de los hombres ceden a la tentación del Anillo Único forjado por Saurón, así el padawan Anakin Skywalker abraza el lado oscuro de la Fuerza y se convierte en Darth Vader con consecuencias nefastas.
La Fuerza es la energía que rodea a los seres vivientes. La vida la crea y la hace crecer –explica el Maestro Yoda. La Fuerza está vinculada al amor, a la solidaridad, al desprendimiento. Pero existe también el lado oscuro, que atrae a los aprendices hacia el camino del mal. El temor lleva a la ira, la ira lleva al odio y el odio lleva al lado oscuro de la Fuerza. “Que la Fuerza te acompañe” (“Que el Señor esté contigo”) es la oración de rigor y parece resumir toda la metafísica en cuestión.
4. El atentado original que debe ser redimido por el heroísmo juvenil: Luke y Leia, los hijos de Anakin, deben remediar las faltas de quien ahora es Darth Vader, como Jesucristo libra a los hombres del Pecado Original perpetrado por Adán y Eva, como las hazañas de Sigfrido tienen un carácter expiatorio, pues es hijo incestuoso de Sigmundo y Siglinda.
5. El conflicto entre el bien y el mal/ Poder y amor: Planteado como el conflicto por antonomasia, es el desafío ancestral donde generación tras generación el hombre ha tomado las elecciones equivocadas. Es el núcleo principal en muchas de las viejas historias y leyendas y tiene como sucedáneo el dilema entre Amor y Poder. El arquetipo de este conflicto subyace en el corazón de la saga. Star Wars es una lucha entre el Poder, simbolizado por la Estrella de la Muerte y ejemplificado por las acciones del Emperador Palpatine y Darth Vader, y el Amor, presente a través de las acciones de Obi-Wan, Luke, Leia y Han Solo.
6. El enfrentamiento entre padre e hijo: Desde que Cronos y Zeus se enfrentaran por los dominios del Olimpo, el conflicto entre padre e hijo ha sido eterno y es un conflicto en el que el hijo, al menos durante un tiempo, no sabe que se está enfrentando a su padre. En El Imperio Contraataca el público presencia perplejo cómo Darth Vader mutila la mano de Luke para luego informarle “Yo soy tu padre”. Quizá sea el momento más memorable de la historia. El héroe está herido física y emocionalmente, podría morir, la empatía con la audiencia es absoluta. Según Campbell, en la mitología clásica, el héroe debe ser mutilado para despojarse de su vanidad y de sus logros. Si sobrevive dará un salto hacia su propia madurez. Este salto es representado por Luke arrojándose al vacío de la Ciudad de las nubes.
Cuando se estrena El regreso del Jedi, Luke ya es un héroe maduro y busca atraer a su padre al lado bueno de la Fuerza. La lucha con Darth Vader es más un duelo de palabras que de sables láser, el joven Jedi perdona, no ataca, ofrece la otra mejilla dispuesto a sacrificar su propia vida para salvar la del otro. Como ocurre con Sigfrido y Odínen una de las cuatro óperas de El Anillo de los Nibelungos, Luke y Anakin se enfrentan. Sigfrido parte la lanza de Wotan y lo vence. Del mismo modo, Anakin es salvado por su hijo de la perdición del lado oscuro y cumple la profecía al acabar con el Emperador Palpatine.
7. La espada mágica: El sable láser de los caballeros Jedi es un homenaje a la Primera Espada del imaginario épico, Excalibur, regalo de la Dama del Lago al Rey Arturo de Britania. El uso de un sable podría resultar anacrónico en el contexto futurista de la historia, pero está conectado al espíritu sobrenatural de la Fuerza y los caballeros Jedi. Igual que Arturo se sirve de la espada de su padre, Uther Pendragón, para coronarse Rey, igual que Frodo recibe de manos de su tío Bilbo la espada Dardo para enfrentar su misión, el joven Luke Skywalker usa la espada de su padre Anakin para consolidar su madurez.
8. El héroe huérfano y su maestro: Luke Skywalker es criado por sus tíos, cree que sus padres están muertos. Al quedarse solo, es acogido y entrenado por el viejo Ben Kenobi. Este es uno de los pasajes rituales en la forja del héroe. Dependiendo de la historia que se cuente, el maestro puede ser un mago, un enano, una bruja, un viejo sabio. Arturo de Britania es educado por Merlín el mago. Sigfrido es educado por Mime, un enano solitario que vive en los bosques. Del mismo modo Luke Skywalker continua su formación con Yoda, un enano solitario que vive en la jungla del planeta Dagobah. Al final del adiestramiento, Sigfrido forja su espada y mata al dragón Fafner. Luke, por su parte, construye su propia espada y libera a sus amigos.
9. El dragón malvado: Jabba el Hutt es la criatura encargada de representar al personaje maligno que custodia el tesoro, a la doncella o al objeto mágico que el héroe necesita para librar su batalla final. Jabba guarda en criogenización a Han Solo y mantiene cautiva a la Princesa Leia.
10. La persecución de la vida eterna: El Lord Sith revela en el Episodio III su poder para afectar las midichlorians y perdurar en el tiempo. Del lado de los buenos, Yoda inicia a Obi Wan también en la inmortalidad a través de la meditación. Anakin persigue que Padme burle la muerte. El tópico recuerda referentes como la Fuente de la Eterna Juventud o el Santo Grial y está íntimamente relacionado con Gilgames, el héroe legendario de Sumeria, rey de Uruk, que hace esfuerzos sobrehumanos por atravesar el océano de la muerte en busca de una vida sin fin, con el destino trágico de no poder lograrlo. Y este es el caso, por lo menos, del Lord Sith, que es derrotado por el redimido Anakin Skywalker al final del Episodio VI.
Los mitos de nuestra galaxia
“Star Wars es puro escapismo”, ha dicho George Lucas y alguien ha reclamado que el puro escapismo es incompatible con el pensamiento mitólogico que sostiene el relato. Aquí convendría anotar que Lucas solamente cita, no interpreta, actualiza ni relee los mitos, sólo apela a ellos, a la identidad originaria arquetípica. El mérito de Lucas consiste en haber fraguado una síntesis que conecta con el espíritu de los tiempos que corren, una historia altamente comunicativa. Porque el mundo de hoy, nuestra galaxia muy muy cercana, es un tiempo en el que todo lo que estaba escrito ya se cumplió y no necesariamente para bien: la bomba, el hombre en el espacio, el nuevo milenio… Resulta necesario replantear la noción de presente y seguramente lo haremos otra vez volviendo al pasado, a las narraciones primeras que valoran la nobleza de espíritu y la solidaridad del grupo.
Lucas suele repetir que sólo quiso hacer una película como los seriales que proyectaban los cines de su infancia, una de esas películas blancas con las que padres e hijos se divertían. Ante eso, tal vez cualquier interpretación, incluso ésta que acabamos de ensayar, resulte inncesaria. Y tal vez, también, la clave de su éxito esté allí, en ese punto y nada más.